Atrás Iluminan la prehistoria de Eurasia Occidental con 1,600 genomas antiguos

Iluminan la prehistoria de Eurasia Occidental con 1,600 genomas antiguos

Cuatro artículos de investigación en la revista Nature siguen las huellas genéticas y los orígenes geográficos de las enfermedades humanas hasta tiempos muy remotos. Los análisis proporcionan imágenes detalladas de la diversidad y migración humanas prehistóricas.


 

15.01.2024

Imatge inicial - Illustración de SayoStudio

La Genómica de Poblaciones de la Eurasia Occidental Postglacial es uno de los cuatro artículos de Nature y presenta los datos y la premisa en los que se basan los cuatro estudios. En él ha participado Carles Lalueza-Fox, investigador principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), también director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (MCNB)

"Este es un trabajo que empezamos con algunos arqueólogos españoles y el equipo de Dinamarca hace unos años, después de publicar el primer genoma Mesolítico europeo, el del hombre de La Braña en León. Ahora ha culminado en un marco geográfico y temporal mucho más amplio que nos permite comprender no solo las dinámicas migratorias desde el final de la edad del hielo, sino también cómo estas afectan a aspectos de la salud de los europeos actuales", comenta Lalueza-Fox.

Al analizar un conjunto de datos de ADN antiguo de 1600 genomas, mucho más grande que el disponible previamente, el estudio demostró que las diferencias genéticas entre las poblaciones antiguas en Eurasia Occidental eran sustancialmente más altas de lo estimado previamente, y también mucho más altas que las observadas en las poblaciones actuales.

Illustración de SayoStudio.

Esta diferenciación se debe en parte a la existencia de una barrera genética invisible en toda Europa. Durante mucho tiempo, los arqueólogos han señalado una aparente barrera cultural que persiste a lo largo del mesolítico y neolítico desde el Mar Negro en el sur hasta la región del Mar Báltico en el norte.

Dentro de esta región geográfica, grupos culturales distintos tenían diferentes formas de vida en cuanto a la obtención de alimentos, por ejemplo. Al alinear el conocimiento arqueológico con el exhaustivo análisis de ADN antiguo, la identificación de este fenómeno de 'La Gran División' juega un papel clave en el estudio.

"Sabíamos que las personas al este de La Gran División mantenían sociedades complejas de cazadores, pescadores y recolectores, mientras que las personas al oeste gradualmente se convirtieron en agricultores, hasta llegar a un punto de inflexión en la Edad de Bronce, alrededor de hace 4000 años, cuando La Gran División comenzó a retroceder. Sin embargo, lo que no sabíamos era si existía alguna diferencia genética entre los dos grupos que vivían a cada lado. Ahora, los análisis de huesos y dientes antiguos han revelado que sí la había”, explica el Profesor Kristiansen, uno de los coautores de la Genómica de Poblaciones.

El hombre de Porsmose del período Neolítico, encontrado en 1947 en Porsmose, Dinamarca. Museo Nacional de Dinamarca.

En particular, este estudio proporciona nuevas ideas sobre la diversidad genética entre los cazadores-recolectores-pescadores en el oeste de Europa y al este de esta división. Estas estructuras de población estaban cambiando y la diversidad genética disminuyó cuando los agricultores anatolios se expandieron hacia Europa durante el Neolítico, y aún más cuando los pastores Yamnaya se dispersaron por Europa alrededor de 5.000 años antes del presente.
Las rutas de migración de los pastores Yamnaya, cuyo linaje podemos encontrar en grandes proporciones en los europeos actuales, también se trazan en la Genómica de Poblaciones. Como tal, comprender el origen y la dispersión de los Yamnaya es crucial para entender el origen genético de los europeos.

En términos genéticos, los Yamnaya surgieron como una mezcla de poblaciones de cazadores-recolectores-pescadores al este de La Gran División y personas del Cáucaso que vivían a lo largo del río Don. Habitaron la estepa póntica en partes de lo que ahora son Ucrania, el suroeste de Rusia y la Región de Kazajistán Occidental, y fueron los primeros nómadas del mundo.

Los nuevos descubrimientos publicados por el equipo muestran que los Yamnaya se mezclaron con personas de un grupo cultural conocido como la cultura del ánfora globular y luego se dispersaron rápidamente por toda Europa. "Solo tomó alrededor de 50 años llegar a Bohemia y dispersarse a lo largo de los casi 900 km entre los Países Bajos y el Limfjord en el noroeste de Dinamarca", explica el Profesor Kristiansen.

Ilustración de SayoStudio

Estos eventos migratorios también tuvieron un impacto genético en varias enfermedades en Europa, incluyendo la diabetes tipo 2 y la enfermedad de Alzheimer. Asimismo, el análisis de estos genomas antiguos proporciona una nueva evidencia científica de migraciones antiguas que explican la prevalencia de la esclerosis múltiple.

En conjunto, los cuatro artículos de Nature demuestran que la recolección de estos genomas aporta una herramienta de precisión capaz de proporcionar nuevas perspectivas sobre enfermedades, cuando se combina con análisis de datos de ADN humano actual y aportes de otras áreas de investigación.

 

 

Artículos referenciados:

Population Genomics of Postglacial Western Eurasia (Allentoft et al.) https://www.nature.com/articles/s41586-023-06865-0.

The Selection Landscape and Genetic Legacy of Ancient Eurasians (Irving-Pease et al.) https://www.nature.com/articles/s41586-023-06705-1

Elevated Genetic Risk for Multiple Sclerosis Originated in Steppe Pastoralist Populations (Barrie et al.) https://www.nature.com/articles/s41586-023-06618-z

100 Ancient Genomes Show Repeated Population Turnovers in Neolithic Age Denmark (Allentoft et al.) https://www.nature.com/articles/s41586-023-06862