Recuperan el genoma de los pobladores más antiguos de las Islas Baleares
Recuperan el genoma de los pobladores más antiguos de las Islas Baleares
El estudio internacional con participación del IBE (Instituto de Biología Evolutiva) revela que los primeros habitantes que poblaron las Islas Baleares hace 4000 años procedían de la península Ibérica.
El equipo de investigación ha recuperado 61 nuevos genomas procedentes de las poblaciones que habitaron Formentera, Mallorca y Menorca durante la Edad del Bronce (2200-900 a.C.), y de las que habitaron Sicilia y Cerdeña entre el 5000 a.C. y el 1000 d.C.
La investigación, publicada en la revista Nature Ecology and Evolution, apunta a que hubo contactos entre las poblaciones de las Islas del Mediterráneo Occidental y con la costa de África del Norte y el continente europeo.
Un equipo de investigación liderado por la Universidad de Harvard y con la colaboración del Instituto de Biología Evolutiva (IBE, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Univesidad Pompeu Fabra (UPF)) en Barcelona ha reconstruido las secuencias genómicas más antiguas de las islas del Mediterráneo occidental.
La investigación, publicada en la revista Nature Ecology and Evolution, apunta a que las muestras encontradas en las Islas Baleares pertenecen a grupos descendientes de pastores de las estepas de Europa del Este, una población que supuso el reemplazo del 40% de la población local y de casi el 100% de los linajes paternos en la península Ibérica hace 4000 años.
El equipo ha recuperado el genoma del individuo más antiguo que se ha encontrado en las Islas Baleares, perteneciente a la Cova des Moro en Mallorca, además de un individuo más en Formentera y otro en Menorca. También ha recuperado información genética de 58 individuos que habitaron las islas de Sicilia y Cerdeña entre el 5000 a.C. y el 1000 d.C.
La muestra proveniente de Menorca corresponde curiosamente a la Naveta des Tudons, el monumento prehistórico más importante de las Islas Baleares y uno de los edificios más antiguos de toda Europa.
La geografía de las Islas Baleares: un reto para la conservación del material genético
El clima cálido de las Islas Baleares, desfavorable a la conservación del material genético, ha dificultado que lleguen muestras con contenido genético en buen estado a fecha de hoy.
Sin embargo, el equipo del estudio ha conseguido recuperar y analizar los restos humanos más antiguos de Formentera (procedentes de la Cova 127) y de Mallorca (procedentes de Cova des Moro y de unos 4300 años de antigüedad). También ha podido analizar un individuo de la llamada Cultura Talayótica, encontrado en la famosa Naveta des Tudons de Menorca.
Estos tres individuos, datados todos ellos en la Edad del Bronce, muestran el componente genético de los nómadas que un estudio anterior relacionó con un gran cambio genómico en la península Ibérica y que representó la sustitución de todos los linajes paternos locales hace 4000 años.
"Parece que la oleada de cambios genéticos y sociales que provocó la llegada de la ancestralidad de las estepas desencadenó de alguna manera en el poblamiento de las islas Baleares", comenta Carles Lalueza-Fox, investigador principal del IBE (CSIC-UPF) en Barcelona y coautor del estudio.
Reconstruyendo la historia de Sicilia y Cerdeña
La mutación del cromosoma Y característica de Iberia en la Edad de Bronce (el linaje R1b-Z195) también se ha encontrado en una muestra de Sicilia de ese periodo, pero no en la isla de Cerdeña.
"Resulta sorprendente que en algunas muestras de la Edad del Bronce de Sicilia se hayan encontrado las mutaciones ibéricas del cromosoma Y, lo que implica algún tipo de contacto poblacional entre Iberia (o las Islas Baleares) y la isla italiana, aunque sin dejar de momento huellas genéticas en Cerdeña", argumenta Íñigo Olalde, investigador postdoctoral "la Caixa Junior Leader" en el IBE y co-autor del estudio.
Los resultados del análisis de las muestras recuperadas en Cerdeña, donde se desarrolló una cultura megalítica parecida a la Talayótica de las Islas Baleares, indican que ambas culturas no estaban conectadas, al menos desde el punto de vista genético.
"Podría ser que en realidad los pueblos descendientes de las estepas hubieran rebasado la península Ibérica y hubieran llegado al norte de África, donde sin embargo no se detectan hoy en día. El análisis futuro de muestras de la Edad del Bronce de Marruecos, Túnez o Argelia podría aportar luz sobre esta hipótesis, y ayudaría a entender las evidencias que relacionan Iberia o las Baleares con Sicilia", comenta Lalueza-Fox.
El Mediterráneo, puerta al intercambio en la Edad del Bronce
El trabajo confirma la evidencia arqueológica de que hubo contactos entre las poblaciones de las islas del Mediterráneo Occidental (las Islas Baleares, Sicilia y Cerdeña) y con la costa de África del Norte y Europa.
"Las evidencias arqueológicas y genéticas coinciden en que la edad de Bronce fue un periodo de intercambios culturales sin precedentes. Este estudio viene a confirmar que el Mediterráneo fue una primera "autopista", un lugar de comunicación y mercadeo entre los pueblos bañados por sus aguas", comenta Lalueza-Fox. "No hay que olvidar que las Islas Baleares se pueden ver desde algunos puntos de la costa catalana, y quizás algunos mercaderes locales se sintieron tentados de explorar el territorio", concluye.
La investigación ha sido impulsada por “la Caixa” y el FEDER-MCIU, entre otros.
Artículo referenciado: Daniel M- Fernandes et. al. "The spread of steppe and Iranian-related ancestry in the islands of the western Mediterranean", Nature Ecology and Evolution (2020). DOI: https://doi.org/10.1038/s41559-020-1102-0