Pablo Librado entre los galardonados del Premio Newcomb Cleveland 2024
El premio de la AAAS celebra la investigación intercultural entre científicos occidentales e indígenas publicada en Science
El Investigador Principal del IBE, Pablo Librado, es co-primer autor del estudio interdisciplinario llevado a cabo por comunidades nativo-americanas y científicos de todo el mundo, y que ha sido seleccionado como ganador del Premio Newcomb Cleveland 2024. El reconocimiento conlleva un premio de 25.000 dólares, y es otorgado en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS). Es el premio más antiguo y prestigioso otorgado por la organización y se ofrece anualmente a la publicación más destacada en la revista Science.
El galardón fue entregado al diverso equipo de autores de Early Dispersal of Domestic Horses in the Great Plains and Northern Rockies, publicado en la primavera de 2023. El artículo combina el estudio arqueozoológico y genómico de caballos antiguos excavados de sitios arqueológicos por todo el mundo, y ayudó a reescribir la historia de cómo este animal se integró en las comunidades nativas de América del Norte.
“Este premio subraya la importancia de las colaboraciones interculturales como motores de un verdadero progreso científico y social”, comenta Pablo Librado, ex investigador del Centro de Antropobiología y Genómica de Toulouse (CAGT) del CNRS y actual investigador principal del Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF).
La investigación premiada arrojó luz sobre el origen del caballo americano
Este estudio interdisciplinar combinó el conocimiento cultural e histórico de los nativos americanos con técnicas genómicas, computacionales y la arqueología para esclarecer el origen de los caballos criados por los nativos americanos.
“La historia evolutiva de los humanos está muy ligada a los caballos, porque fueron nuestro medio de transporte durante mucho tiempo, en Eurasia y América. Descubrir sus orígenes y su dispersión arroja luz a nuestra propia historia” comenta Pablo Librado, coautor principal del estudio premiado e Investigador Principal del IBE en el grupo de Genómica de Poblaciones Antiguas.
“Caminar por la tierra como Lakota es proteger, sostener y defender toda vida. Esta colaboración global, y las que están por venir, es lo que necesitamos nosotros y todos los Pueblos para proteger sus tierras, relaciones y formas de vida tradicionales para la sostenibilidad de la Abuela Tierra y de toda la vida. Ha llegado el momento”, dice el jefe Joe American Horse, científico indígena, guardián del conocimiento y coautor del estudio.
Los fondos del premio se destinarán a crear una donación para la Universidad de Colorado, en memoria de un coautor del estudio y anciano, guardián del conocimiento y educador cultural del pueblo Sicangu Lakota, Sam High Crane. La donación ayudará a apoyar la investigación y la capacitación de perspectivas indígenas y jóvenes profesionales en arqueología, arqueogenética y el mundo de los museos. Esta donación es el primer paso de una asociación más amplia entre líderes del Instituto Global de Ciencias Tradicionales (GIFTS), el Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS), la Universidad Paul Sabatier de Toulouse y la Universidad de Colorado.
Los caballos americanos: una historia de extinción y reintroducción
Los caballos son parte fundamental de la identidad nativo americana. Sus tradiciones orales indican la coexistencia con este animal desde tiempos inmemoriales, a pesar de que múltiples estudios científicos sugerían que los caballos del continente se extinguieron hace miles de años. Según los documentos históricos, no sería hasta 1519 cuando los colonos europeos - capitaneados por Hernán Cortés - harían llegar oficialmente sus caballos a los territorios indígenas.
Para contrastar estas dos hipótesis, el equipo secuenció fósiles de caballos autóctonos, de unos 28,000-30,000 años de antigüedad, y los comparó tanto con genomas obtenidos de asentamientos nativos americanos - de unos pocos siglos de antigüedad - como con caballos modernos recelosamente protegidos por las comunidades indígenas.
El análisis genómico reveló que los caballos actuales de las comunidades nativas americanas no son descendientes de los caballos antiguos autóctonos analizados, sino de los caballos europeos. No obstante, las dataciones por carbono 14 también revelaron que estos caballos de ascendencia europea se integraron en las comunidades nativas americanas antes de lo documentado por los cronistas europeos.
Según la investigación, los colonos españoles llegaron a América continental con sus caballos antes del 1519. Algunos caballos, que posiblemente escaparon de las granjas de los colonos, fueron adoptados y multiplicados por las comunidades nativas americanas antes de la llegada de los propios colonos a sus tierras.
El estudio apunta también que los fósiles de caballos recuperados en las reservas indígenas posteriores al siglo XVIII tienen ancestría no solo de los caballos españoles, sino también de los británicos - dando fe también de esta colonización posterior.
Al hablar de los caballos de América del Norte, nos encontramos con una historia de extinción y reintroducción de una especie a través de la colonización. “Los caballos nativos americanos que han llegado a día de hoy no son salvajes y de un linaje único original: son mestizos y de origen europeo”, confirma Librado.
Sobre el investigador
Pablo Librado se unió al IBE en enero de 2023 para liderar el grupo de Genómica de Poblaciones Antiguas. Su grupo desarrolla nuevas herramientas computacionales para documentar la base molecular y evolutiva de la domesticación animal. De este modo, busca comprender cómo las sociedades humanas han moldeado la biodiversidad antigua y actual.
Burgalés de nacimiento, Pablo Librado se licenció en Biología en la Universidad de Barcelona, donde realizó su doctorado en genómica de Drosophila. En 2015 se unió al Centro de Excelencia para GeoGenetics, en Copenhague, para realizar su investigación postdoctoral en el proceso de domesticación del caballo utilizando genomas recuperados de restos fósiles. En 2018 se trasladó junto a su grupo a Toulouse, Francia, donde continuó especializándose en el campo de la palogenómica en el CNRS antes de incorporarse al Instituto de Biología Evolutiva (IBE) como investigador principal en 2023 con una plaza de científico titular del CSIC.