Atrás Descubierto un barco medieval en los cimientos del Mercat del Peix

Descubierto un barco medieval en los cimientos del Mercat del Peix

Durante las obras de construcción del futuro aparcamiento de BSM del Mercat del Peix —donde se ubicará la nueva sede del Instituto de Biología Evolutiva (IBE)— han aparecido los restos de un barco datado entre los siglos XV y XVI.
24.04.2025

Imatge inicial - Equipo de arqueología trabajando con los restos del barco. Créidito al IBE.

El hallazgo se produjo el 8 de abril, durante la fase final de la excavación y ha sido documentado por el equipo de la empresa Arqueòlegs.cat, bajo la dirección del arqueólogo Santi Palacios y de la restauradora Delia Eguiluz, en el marco de una intervención arqueológica iniciada en marzo de 2023. Desde entonces, se ha documentado un refugio antiaéreo, restos arqueológicos de la Ciudadela borbónica del siglo XVIII y elementos del antiguo Mercat del Peix del siglo XIX. Un año después de estos hallazgos, se ha encontrado el segundo barco medieval documentado en Barcelona.

La embarcación ha sido bautizada provisionalmente como "Ciutadella I" y actualmente se encuentra en los cimientos de la Ciutadella del Coneixement, en el solar del antiguo Mercat del Peix, el futuro complejo de investigación e innovación de 7.000 m² donde se ubicará la nueva sede del Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC – UPF) como parte del proyecto "Ciutadella del Coneixement". El equipo arqueológico cree que se trata de la popa de un barco de grandes dimensiones que debió ser arrastrado por un temporal hasta esta ubicación, que estaba cubierta por el mar durante los siglos XV y XVI.

“Preveíamos que podía aparecer un resto arqueológico de un barco en esta ubicación, situada junto al Puerto y el muelle artificial de piedra que protegía el puerto y era una zona de trabajo de los siglos XV y XVI, y dos años más tarde hemos tenido la suerte de encontrarlo”, asegura el arqueólogo Santi Palacios.

Equipo de arqueología trabajando con los restos del barco. Créidito al IBE.

Un hallazgo excepcional de la Barcelona medieval

En arqueología subacuática, este tipo de restos se denomina derelicto, término que hace referencia a un barco naufragado o abandonado y cubierto por los sedimentos a lo largo del tiempo. En este caso, se conserva un fragmento de 10 metros de longitud y más de 3 metros de anchura, con una estructura formada por una treintena de cuadernas —las piezas de madera curvadas que conforman el esqueleto lateral del barco— y al menos siete andanas del forro, las filas de tablas de madera que recubrían el exterior del casco. Las tablas están clavadas a las cuadernas con clavos de madera de sección circular, una especie de clavos de madera que servían para unir las piezas. También se conservan dos piezas longitudinales —palmellars o serres— fijadas con clavos de hierro. Este sistema, conocido como construcción a esqueleto, era habitual en la Mediterráneo medieval y se extendió por toda Europa a partir de mediados del siglo XV.

El único barco medieval que se había documentado en Barcelona hasta ahora también databa del siglo XV y era de origen cantábrico. Se llama “Barceloneta I” y se descubrió en 2008 durante unas excavaciones cerca de la Estación de Francia. La "Ciutadella I" es, por tanto, el primer barco medieval de tradición mediterránea encontrado en Barcelona. El equipo arqueológico espera poder determinar el origen de fabricación a partir de análisis de la brea (o resina) y la madera de sus restos.

Un hallazgo importante y muy delicado

Los restos del barco se encuentran en un estado de conservación muy frágil. La madera empapada en agua es extremadamente sensible y, para evitar que se seque y se degrade, se ha mantenido parcialmente cubierta con la arena original que la envolvía. El Servicio de Arqueología de Barcelona, con el asesoramiento del Museo de Arqueología de Cataluña - Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), trabaja para garantizar la correcta documentación y conservación de la estructura. Las primeras actuaciones han consistido en la toma de muestras para análisis científicos, el marcado de los elementos estructurales y la aplicación de técnicas como la fotogrametría, una metodología que permite obtener modelos tridimensionales de alta precisión a partir de fotografías, esencial para registrar con detalle el estado y la forma de los restos sin manipularlos directamente.

Equipo de arqueología trabajando con los restos del barco. Créidito al IBE.

“La madera debe ser regada constantemente para que se conserve en buen estado. Cuando la desplacemos, tendremos que quitarla pieza a pieza para continuar con su investigación”, explica la restauradora Delia Eguiluz.

La fase inicial para su estudio incluye trabajos técnicos precisos como la documentación tridimensional, el marcado de las piezas, la toma de muestras y la preparación del traslado en contenedores llenos de agua, que aseguran la conservación temporal de los restos. Posteriormente, el material será trasladado a instalaciones especializadas, donde se llevará a cabo un proceso de desalado con agua corriente e impregnación con cera hidrosoluble, una sustancia que penetra la madera y refuerza su estructura interna, garantizando su conservación a largo plazo. Este tratamiento es imprescindible para preservar tanto la estructura física del barco como su valor arqueológico, ya que constituye una fuente de conocimiento única sobre la navegación y las técnicas de construcción naval utilizadas en la Barcelona de los siglos XV y XVI.

Equipo de arqueología trabajando con los restos del barco. Créidito al IBE.

Información sobre las obras

El hallazgo de “Ciutadella I” se ha producido durante las obras de construcción de un nuevo equipamiento en el solar del antiguo Mercat del Peix, donde se está construyendo el complejo de investigación e innovación donde se ubicará la nueva sede del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), el Mercat del Peix.

Situado entre las calles de Villena, Ramón Trias Fargas, Wellington y la avenida Icaria, en el distrito de Sant Martí, el aparcamiento construido por el Ayuntamiento de Barcelona y B:SM tiene una superficie de 7.000 m² y se ha concebido como un hub de servicios de movilidad sostenible que dará servicio al futuro complejo de investigación que se construirá sobre el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), el CSIC y la UPF.

Esta actuación se enmarca dentro de la estrategia de la Ciutadella del Coneixement, un proyecto científico y urbanístico que tiene el objetivo de convertir el parque de la Ciutadella y sus alrededores en un nodo de conocimiento, divulgación, investigación e innovación puntero en Europa.