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Un estudio a gran escala identifica cientos de genes asociados con la tolerancia al riesgo y las conductas de riesgo

La investigación apunta a algunos mecanismos biológicos que influyen en la toma de riesgos.

El estudio, publicado hoy en Nature Genetics, ha contado con la participación de varios investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC), el ISGlobal (La Caixa) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili.

Los resultados del trabajo podrían arrojar luz sobre cómo los factores genéticos interactúan con las variables ambientales para afectar la tolerancia al riesgo y a las conductas de riesgo.

 

15.01.2019

Un grupo internacional de científicos ha identificado 124 variantes genéticas asociadas con la disposición de una persona para asumir riesgos. El estudio, publicado hoy en Nature Genetics, ha contado con la participación de varios investigadores de centros nacionales, incluyendo a Arcadi Navarro, investigador principal en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) y profesor de investigaciónn ICREA en la UPF, e investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria ”la Caixa”, y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili.

Los científicos destacan que ninguna variante afecta por sí sola significativamente a la tolerancia al riesgo de una persona en particular, o la tendencia a tomar decisiones de riesgo, teniendo los factores no genéticos un papel más relevante. Sin embargo, en conjunto, las variantes genéticas identificadas en el estudio apuntan a los mecanismos biológicos que influyen en la toma de riesgos.

El estudio muestra evidencias genéticas compartidas a la hora de correr riesgos y tener conductas de riesgo específicas. Es uno de los estudios genéticos más grandes hasta la fecha, basándose en la información genética de más de un millón de personas de origen europeo. “Para poder llegar a conclusiones significativas, muchos grupos de investigación decidimos aunar fuerzas e incorporar nuestros análisis genómicos a una base de datos común”, comenta Arcadi Navarro. El grupo de investigación del IBE contribuyó al consorcio con una batería de experimentos conductuales realizados con 3,000 voluntarios y con el análisis genómico de muestras de ADN obtenidas de los mismos.

 

“Las variantes genéticas asociadas con la tolerancia general al riesgo tienden a asociarse con comportamientos apresurados, el consumo de alcohol, tabaco y cannabis, y con inversiones y actividades sexuales mas arriesgadas”, comenta Jonathan Beauchamp, responsable de la coordinación del estudio y profesor adjunto de economía en la Universidad de Toronto.

Aunque los efectos de cada una de las 124 variantes genéticas son muy pequeños, su impacto combinado puede ser significativo. Los autores crearon una unidad de medida que captura los efectos combinados de un millón de variantes genéticas y que explicaría aproximadamente una variación del 1,6% en la tolerancia al riesgo entre individuos. “Esta herramienta podría ser empleada para estudiar cómo los factores genéticos interactúan con las variables ambientales para afectar a la tolerancia al riesgo y las conductas de riesgo", añade Beauchamp.

Las 124 variantes genéticas están ubicadas en 99 regiones separadas del genoma. “Algunas de ellas corresponden a regiones con inversiones genéticas que también se han asociado a otros fenotipos neuropsiquiátricos y relacionados con el desarrollo cognitivo”, explica Juan Ramón Gonzalez, investigador del ISGlobal encargado de llevar a cabo estos estudios. El estudio no encontró pruebas que respalden las asociaciones encontradas previamente entre la tolerancia al riesgo y ciertos genes (como los genes relacionados con la dopamina o serotonina, que están involucrados en el procesamiento de recompensas y la regulación del estado de ánimo).

En cambio, los resultados de los autores sugieren que el glutamato y el GABA (ácido gamma-aminobutírico) contribuyen a la variación en la tolerancia al riesgo entre los individuos. Ambos son importantes reguladores de la actividad cerebral en humanos y animales: el glutamato es el neurotransmisor más abundante en el cuerpo y aumenta la comunicación entre las neuronas, mientras que el GABA lo inhibe.

"Nuestros resultados apuntan al papel de regiones específicas del cerebro, en particular la corteza prefrontal, los ganglios basales y el cerebro medio, que se han identificado anteriormente en estudios neurocientíficos sobre la toma de decisiones", dice Beauchamp. "Nuestras observaciones encajan con la expectativa de que la variación en la tolerancia al riesgo es un carácter altamente complejo influenciado por miles, si no millones, de variantes genéticas".

 

Los autores han desarrollado un conjunto de preguntas frecuentes sobre este estudio para ayudar a explicar sus implicaciones.

 

ARTÍCULO DE REFERENCIA: Karlsson Linnér et al. 2019. Genome-wide association analyses of risk tolerance and risky behaviors in over 1 million individuals identify hundreds of loci and shared genetic influences. Nature Genetics, 2019.  DOI: 10.1038/s41588-018-0309-3